domingo, 18 de mayo de 2025

¡Con qué poco son felices!

A finales de febrero el grupo de teatro al que pertenezco liderado por Paco López acudimos a la Residencia de Mayores “Cáxar De la Vega”.


Llevamos a cabo la obra de playback que ya habíamos representado en Huétor en verano.


Compas que actuamos en la residencia de Cájar
Tocó enfundarse de nuevo el traje de Raphael, ponerme la peluca y volver a interpretar “Mi gran noche” ante un público muy agradecido que no paraban de aplaudir en cada actuación.


Lola Flores, Isabel Pantoja, María Pelae, Pastora Soler, Melody, María Isabel… fueron algunas de las artistas que les representamos a las decenas de personas mayores que se congregaron en el salón de actos de la residencia.


Fue maravilloso ver sus caras llenas de ilusión, como te daban la mano y escuchar palabras sinceras de agradecimiento por haber ido a entretenerles la mañana.


Cierro los ojos, vuelvo a imaginarme esos momentos y se me ponen los pelos de punta. Pero si tengo que elegir dos momentos escojo cuando vi aparecer a mis padres por la puerta del fondo del salón de actos y cuando una señora me pidió que me acercara produciéndose esta conversación:

  • ¿Tienes mujer o novia?
  • Sí y dos hijas muy guapas.
  • ¿Tú quieres tener una novia de 93 años? Es que esa es mi edad.
  • Mi nuevo personaje "El Arrebato"
    Se conserva usted muy bien.
  • Quisiera hacerme una foto contigo pero me da cosa por mi marido que hace 3 años que falleció.
  • No pasa nada, seguro que allá donde esté estará muy contento de ver que se acuerda de él y de verla muy feliz.
  • Anda, ¿nos puedes hacer una foto?- Le dijo a una de las monitoras de la residencia.
  • Ha sido un placer señora, es usted un sol.
  • Tú sí que eres un sol bonico.

Ese “bolo” finalizó y creíamos que se quedaría ahí la cosa pero afortunadamente no hemos parado de ir a Residencias de Mayores. Residencia Vista Nevada en Ogíjares, la de Maracena o Beato Fray Leopoldo y El Serrallo (en esta última imitando al Arrebato jaja) en Granada han sido otros lugares por los que hemos pasado. Igualmente seguimos abiertos a seguir recorriendo cuantas residencias deseen.


Muy agradecidos por el trato recibido en todos y cada uno de estos centros donde siempre nos reciben con un sonrisa y donde nos despiden con una mirada a los ojos, un apretón de manos y un cálido abrazo.


Aquí es cuando te das cuenta que se necesita, en muchas ocasiones, muy poco para hacer feliz a los demás.

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