"¿Usted compite para ganar? Señoría, ¿usted no compite para ganar? (le dije NO con la cabeza). Pues entonces no estaría en mi equipo".
En su comparecencia hablaba de, entre otras cosas, que
Andalucía sale a competir para ganar. Estas palabras no las comparto en
absoluto y fue donde empezaron las discrepancias.
Es cierto que el debate se enfocó más de entrenador a
entrenador que de diputado a diputado o de Consejero a Oposición. También es
cierto que en materia de entrenamiento Javier Imbroda está a años luz por delante
de mí, pero no por ello iba a dejar de dar mi opinión sobre lo que debe
consistir el deporte base y, a su vez, el deporte de competición.
Y es que para mí el deporte es colaboración, cooperación y
coordinación. Sin estas 3 ces el espíritu deportivo no existe. Y en caso de
existir la palabra “competición” en el mundo del deporte solo debe ser con uno
mismo. Donde se enfoque en el trabajo para superar retos propios y no para
superar a la persona que practica tú mismo deporte.
Otra de las imágenes que refleja el verdadero espíritu deportivo
y olímpico fue la que nos mostraron Ana Peleteiro, bronce en triple salto, y Yulimar
Rojas que batió el récord del mundo con un 15.67. En esta instantánea se les ve
alegrándose y celebrando de corazón, sin competición y con una colaboración sincera
los éxitos logrados por una de ellas.
Este modelo deportivo es el que siempre he intentado inculcar
en mi alumnado de fútbol. Que la cooperación y colaboración no solo se lleva a
cabo con las personas que tienen la misma camiseta que tú, que los que hay en
frente no son rivales sino compañeros y compañeras del otro equipo y que la
competición se lleva a cabo con uno mismo y no pisoteando a la persona que
tienes enfrente.
Por lo tanto, me alegra estar en la misma trinchera que Yulimar,
Ana Peleteiro, Barshim y Tamberi pero me alegra aún más no estar en la misma
trinchera de aquellas personas que priman los resultados por encima de todo.
El deporte de élite es competición,otra cosa sería los críos de pachanga.
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