domingo, 2 de marzo de 2025

ANdalucíA se escribe con A de Anita

 El 28 de febrero de 2025 se llevó a cabo una nueva entrega de las Condecoraciones con las que el Ayuntamiento de Huétor Vega reconoce a colectivos y vecinas y vecinos que han llevado determinadas acciones de valor para nuestro pueblo.

Ana Martín Velázquez “Ani”
Una de las premiadas ha sido mi madre. Ana Martín Velázquez “Ani”, Anita, la hija de Miguel Raspanda y de Ana “la de Paico”, la que vive en el barrio de Las Cábilas desde toda la vida.

Y es que el motivo por el que se lo han dado, por el gran espíritu de lucha, le hace justicia. Una vida entera cargada de lucha, de sacrificio y de entrega por los demás. Gracias compañeros y compañeras por proponerla para tal mención.


Madre de dos hijas a los 21, formó una bonita familia en la que, a los pocos años, me uniría como el pequeño de la misma. Todo empezaba a ir más o menos bien hasta que el 11 de septiembre de 1998 un desgraciado accidente cuando iban camino de Sevilla junto a mi hermana Ana para que ella se presentara a las oposiciones de policía local. El punto kilométrico situado en Osuna marcó a nuestra familia de por vida. Supuso un duro revés. 3 meses de hospitalización de mi padre en el Hospital Virgen del Rocío en las que mi hermana y yo peregrinábamos la A92 todos los fines de semana para ver a mis padres (eso sí una de mis hermanas debía cuidar de mi abuela en casa). 3 meses en los que mi madre no se separó en ningún momento de mi padre, 3 meses en las que mis hermanas asumieron, de la noche a la mañana, todas las responsabilidades que soportaba sobre sus hombros mi madre.


Mi madre con mis abuelos, mi padre y mis hermanas
Pero no solo quedó ahí la cosa, tuvieron que vender el camión de mi padre ya que, por las lesiones medulares, no podía conducirlo más. Nuestra economía familiar era muy débil y fue entonces cuando mi madre tuvo que apretar aún más los dientes para sacar adelante a su familia.

No se le han caído los anillos en todos trabajos que ha desempeñado. Desde ese momento estuvo limpiando casas y, posteriormente, limpiando los colegios, La Nava y, durante más de dos décadas, dejando como los chorros del oro (junto a su compañera Marisol) el IES Los Neveros.


Y es que se lo digo siempre a mi madre, de ella he aprendido muchas cosas y una de las principales es el espíritu de admiración y el querer y cuidar de nuestras personas mayores. En una época en la que afloraban las residencias de mayores y donde no existía el Servicio de Ayuda a Domicilio, decidió asumir, como en su día había hecho su madre, las tareas de cuidados de mis abuelos maternos. Ella era, en esa época, una de las muchas mujeres que ahora se les denomina “generación sándwich”, que son las que combinan las tareas de cuidados de sus mayores con la crianza de sus hijas e hijos.


Por eso este premio no es solo para Ana Martín Velázquez sino que es para todas las mujeres que han tenido que cargar sobre sus hombros las tareas de cuidados de mayores y pequeños, las tareas del hogar y el sustento económico de la familia con trabajos con un sueldo precario. Por todas esas Anis que se dedican a los demás y, encima, no pierden la sonrisa de su cara.


En esta edición, mi madre ha compartido escenario con otras personas y entidades a las que también se les ha reconocido el gran trabajo y la enorme aportación para Huétor Vega:

Toda mi familia en el Día de Andalucía de 2025

  • Julia Gómez y Antonio Cabello de la Escuela Infantil Castalia: Durante más de 40 años han educado a cientos  de generaciones en unas instalaciones magníficas donde se respiraba cariño, dulzura, amor y una exquisita educación por los cuatro costados.
  • Eladio Jiménez Linares: Por su dilatado trabajo en la protección de nuestras acequias. Patrimonio cultural e histórico y seña de identidad de Huétor.
  • Comisión de Fiestas: Colectivo fundamental para que nuestras fiestas funcionen. Trabajan incansablemente durante meses para que nosotros disfrutemos de las fiestas de Huétor. Su labor es totalmente altruista y desinteresada. Es toda una suerte que tengamos este grupo humano que trabaja sin descanso.
  • Sergio Correa González: Enorme deportista que lleva cosechados numerosos éxitos en la disciplina de duatlón. Sergio aún no ha tocado el techo a lo que logros deportivos se refiere. Sin duda seguirá logrando hazañas en la extensa carrera deportiva que aún le queda.
  • Antonio Martín Ruiz: Ha sido nuestro párroco desde hace 30 años en nuestra iglesia de la Encarnación.

Para finalizar estas líneas quiero, en nombre de toda mi familia, agradecerle a mi madre los valores que nos ha transmitido con su ejemplo de vida y por abrirnos el camino, junto a mi padre, para que podamos conseguir nuestros sueños y decirle que estamos muy orgullosos de ella.


Te queremos mamá, te queremos abuela.


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